Estudios realizados recientemente indican que la práctica del yoga sirve para mejorar la
concentración. Los yoguis siempre han sabido que los beneficios de la práctica van mucho más
allá de lo físico. Sabemos a través de la antigua filosofía del yoga, que su práctica es una
excelente manera de calmar la mente, además de mejorar la concentración y el foco de
nuestros pensamientos. Ahora, la ciencia ha venido a confirmarlo: puedes practicar yoga para
mejorar la concentración.


Un estudio de la Universidad de Illinois demostró que la práctica de yoga durante 20 minutos al
día puede mejorar la función cerebral. El estudio, realizado con 30 personas, se centró en
realizar dos tareas de diferente complejidad que implicaba la identificación de formas en una
pantalla de ordenador. El estudio descubrió que las personas que practicaban yoga
completaban los ejercicios antes y de forma más efectiva que los que realizaban simplemente
ejercicios físicos o nada de ejercicio, es decir gracias a la práctica del yoga se mejora la
concentración.


Los investigadores señalaron que después de practicar yoga, «los participantes tenían más
capacidad de concentración, procesaban la información más rápidamente y con mayor
precisión. También conseguían aprender, mantener y actualizar la información que se les
aportaba en menor tiempo.» Por lo tanto practicar yoga para mejorar la concentración durante
todo el proceso les ayudaba a relajarse, alejando los pensamientos que les distraían o les
hacían perder la concentración necesaria. Esto no ha representado ninguna sorpresa ni
novedad en el mundo del yoga, en el sentido de que los practicantes de yoga ya conocen estos
beneficios, e incluso ya se escribía sobre ello hace mucho tiempo.


Hoy, proponemos una serie de posturas y técnicas para practicar yoga para aumentar la
concentración y enfocar o reenfocar tu atención cada vez que necesites.

7 posturas de yoga para mejorar la concentración

1. Postura de rezo
Esta postura es una variación de Tadasana, es una estupenda forma de ponerse en contacto
con tu cuerpo y ejercitar la respiración antes de pasar a otras asanas.
Esta postura la podemos realizar de dos formas, sentados con las piernas cruzadas delante de
nosotros, con la espalda recta, o bien de pie, manteniendo también la espalda recta y con los
pies ligeramente separados y alineados con los hombros. El ejercicio consiste en juntar tus
manos en el centro del pecho a la altura del corazón en posición Namaste (Anjali Mudra).
Compruebamos que el peso se distribuye uniformemente a través de tu cuerpo: los pies,
pantorrillas, pelvis y cadera. Mantenemos los hombros están relajados. Respiramos
profundamente por la nariz, notando paulatinamente las sensaciones de estas respiraciones en
el cuerpo. Recomiendo hacer este ejercicio con los ojos cerrados para lograr un mayor
beneficio, y nos concentramos en el punto entre los ojos, lo que se conoce como el tercer ojo.

2. Postura del Águila (Garudasana)
Que las posturas de equilibrio ayudan a mejorar la concentración es por todos conocido, pero
es la postura del águila la que es especialmente beneficiosa para el lograr mejorar el enfoque.
De hecho, la postura recibe su nombre del dios hindú Garuda, conocido por su poder, por
su fuerza y su enfoque.Para realizar esta postura, debemos estar de pie, con los pies juntos y las manos en las
caderas, y buscamos un punto donde focalizar la mirada de forma constante frente a ti. Dobla
ligeramente las rodillas, levanta la pierna derecha, y crúzala por encima de tu muslo izquierdo.Trata de apoyar tu pie derecho detrás de la pantorrilla izquierda. A continuación, suelta las
manos de sus caderas y llevarlas frente a ti, cruza los brazos, el brazo izquierdo sobre el
derecho, y dobla los codos. Envuelve tu brazo alrededor del otro y tratar de poner tus palmas
juntas. Mantén la espalda recta y la mirada enfocada como un águila al punto que elegiste, y
comienza a respirar profundamente por la nariz.

3. Guerrero 2 (Virabhadrasana 2)
Para ser un «guerrero» se requiere una intensa concentración, gran enfoque y valor, la postura
de gerrero 2 te permite encarnar todas estas cualidades. La postura requiere la intervención de
todo tu cuerpo al completo y tu mirada o «drishti, fijada en un solo lugar.
Si queremos practicar yoga para mejorar la concentración podemos hacer esta postura,
permanece de pie con las piernas separadas alrededor de 3 o 4 pies de distancia. Estira los
brazos hacia fuera y lejos de ti, y que queden paralelos al suelo, mantén las manos abiertas, y
las palmas hacia abajo. Gira el pie derecho para que quede apuntando hacia la parte superior y
tu pie izquierdo quede en ángulo hacia adentro ligeramente. Dobla la rodilla derecha y
desplázate hacia delante, la rodilla debe quedar aproximadamente a la altura de tu tobillo
derecho. Gira la cabeza hacia la derecha, y pon tu mirada en el dedo corazón de tu mano.
Debes mantener el tronco hacia el lado, no de frente. Respira profundamente.

4. Postura del cuervo (Bakasana)
Esta es una excelente postura que nos ayudará a mejorar la atención y concentración. La
postura del cuervo es un ejercicio muy recomendable para comenzar el día.
Para hacer esta postura, comienza con poner los pies separados por el ancho de tus caderas, y
en posición de cuclillas, o para los profesionales con más experiencia, en una curva hacia
adelante. Coloca las manos en el suelo, aproximadamente a una distancia de  veinte
centímetros delante de tus pies, las manos han de estar con los dedos extendidos. Fija tu
mirada en un punto en el suelo delante de ti. A continuación, lleva las rodillas a tus axilas o
tríceps y poco a poco comienza a balancear tu peso hacia delante, levantando un pie fuera del
suelo, y luego el otro, hasta lograr el equilibrio con los pies sin tocar el suelo. Respira
profundamente y mantén la concentración observando el punto en el suelo.

5. Sentado con el cuerpo flexionado hacia delante (Paschimottanasana)
Las posturas que hacen inclinarnos hacia delante son conocidas por ayudar a calmar la mente
y aliviar el estrés, por lo tanto son también ejercicios de yoga para incrementar la
concentración. Son muy recomendables cuando tratamos de concentrarnos en algo.
Para hacer esta postura, debes sentarte con las piernas extendidas delante de ti, y  con los
dedos de los pies apuntando hacia arriba. Para realizar el ejercicio, cuando inhales, debes abrir
el pecho todo lo que puedas, estirando la espalda y tratando de poner la columna vertebral
recta. En el momento que exhale, dobla tu cuerpo hacia delante, tratando de cogerte los pies, si
es posible. También puedes descansar tus manos sobre las espinillas, o usar una correa.
Recuerda respirar profundamente, permitiendo que sus exhalaciones poco a poco te lleven
más lejos realizando la postura.

6. Alternar respiraciones con la nariz (Nadi Shoddana Pranayama)
Para practicar Nadi Shoddana, debemos estar en una posición relajada, sentirnos cómodos,
podemos hacerlo sentados si queremos. Comienza presionando el pulgar derecho contra la
fosa nasal derecha e inhalas profundamente por la fosa nasal izquierda. Al final de tu
inhalación, cierras la fosa nasal izquierda con el dedo anular, luego exhalas por la fosa nasal
derecha. Continúa con este ejercicio, inhalando por la fosa nasal derecha, cerrándolo con el
pulgar derecho, y exhalando por la fosa nasal izquierda. Practica durante al menos 3 minutos.
Cuando termines, tomate algún tiempo para permitir que tu respiración vuelva a la normalidad, notando los cambios en la respiración y la mente. A medida que desarrollas su práctica, puedes
probar aumentando el tiempo de la inhalación y la exhalación, haciendo ejercicios de contar
hasta 4 o 5, y así hasta lograr doblar el tiempo de exhalación.

7. Meditación
La meditación también ha sido estudiada extensamente y comprobados todos los beneficios
que a nuestro cerebro aporta. Nos ayuda directamente en el aumento de concentración y
mejora del foco, así como la reducción del estrés y la ansiedad. Meditación es tener atención
plena. Para practicar esto, simplemente necesitas sentarte o acostarte en una posición cómoda (como
Half Lotus o Savasana) y respirar de forma natural, sin tratar de manipular o controlar la
respiración. Relájate. Observa el flujo de tu respiración a medida que entra y sale por la nariz.
Observa su temperatura, velocidad, fuerza, cómo tus fosas nasales se expanden o contraen
cuando se respira, y cualesquiera otras sensaciones que surjan. Cuando tu mente se distraiga,
simplemente trata de volver al estado inicial, vuelve a relajarte y comienza de nuevo con la
respiración. Trata de practicarlo al menos durante 5 minutos.
Ahora ya sabes, cuando te sientas cansada, tengas déficit de foco, te notes dispersa o
simplemente desconcentrada mientras trabajas, o en cualquier otra situación, tómate un tiempo
de descanso y trata de practicar alguna de estas posturas para mejorar la concentración, o
todas ellas, y verás como poco a poco volverás a tener claridad de mente, a estar enfocada y
concentrada en todo lo que estés haciendo, necesites y quieras. Pon en práctica estos
ejercicios y seguro que te ayudarán a mejorar la concentración y enfoque en tu día a día


Fuente:
https://www.elblogdeyoga.com/yoga/7-ejercicios-yoga-mejorar-la-
concentracion/#:~:text=Sabemos%20a%20trav%C3%A9s%20de%20la,el%20foco%20de%20n
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